Cuando se ha pasado todo un año como el 2020 como trabajador de la salud. Cuando se ha visto tanta desazón y tristeza. Cuando se ha tenido que despedir a tanta gente. Cuando se ha visto llorar a tantos familiares. Cuando todo eso pase, cuando la pandemia sólo sea un recuerdo, lo que nunca se irá, lo que siempre estará taladrando nuestros corazones será el dolor. Mucho dolor.
Por eso, para la mayoría de los trabajadores de la salud, la palabra vacuna es sinónimo de esperanza. Por eso muchos trabajadores de la salud, principalmente médicos y enfermeros, concurren a vacunarse con toda la alegría y la esperanza de ver la luz al final del túnel.
La licenciada Ana Díaz, supervisora de enfermería del área de terapia intensiva del Hospital Italiano y directora editorial de Epidauro, fue la primera enfermera en ser vacunada dentro de ese prestigioso hospital.
Epidauro, por supuesto, habló con ella brevemente para saber qué sentía luego de haber sido inoculada con la vacuna Sputnik V, de procedencia rusa, la primera en llegar a la Argentina.
“Sentí una gran alegría y una emoción muy grande. Para mí es un honor, nunca tuve dudas en querer vacunarme. No tuve ningún síntoma ni ninguna respuesta adversa a la vacuna. Me siento muy bien y muy feliz”, comenzó diciendo la licenciada Díaz.
«No tuve ningún síntoma ni ninguna respuesta adversa a la vacuna. Me siento muy bien y muy feliz»
“Yo me anoté apenas supe. La decisión de que haya sido la primera en realidad tiene que ver con que yo me anoté enseguida y porque el personal de terapia intensiva es el primero en ser vacunado, por la sencilla razón de que somos quienes más en contacto estamos con los enfermos de COVID-19”, justificó la enfermera la decisión de que ella haya sido ella la primera en ser inoculada.
Con respecto a cómo ha pegado la pandemia entre sus compañeros enfermeros, Ana Díaz comentó que en el hospital “hubo muchos enfermeros contagiados, y también hemos tenido que lamentar dos fallecimientos. Pero además, el hospital ha atendido más de 11.000 casos de coronavirus, y ha tenido que lamentar también 440 fallecimientos de sus pacientes”.
Pero la pandemia no termina con la aplicación de esta vacuna, y la licenciada Díaz lo deja bien claro: “Estamos teniendo nuevamente un aumento importante de casos, y nos estamos preparando para un pico fuerte a partir de mediados de enero. Tenemos que seguir cuidándonos, para la inmunidad de rebaño falta mucho”.
“El día 2 de febrero tendría que estar aplicándome la segunda dosis”, cuenta esperanzada la enfermera del Hospital Italiano.
Respecto de qué enseñanzas ha dejado a la enfermería, hasta ahora, esta epidemia Ana Díaz cree que “al menos en enfermería, lo más positivo es que pudimos acompañarnos; los enfermeros hemos estado en contacto todo el tiempo con nuestros colegas dentro y fuera del país, y hemos tenido que trabajar mucho en equipo. Creo que ésa es la principal enseñanza hasta ahora, que hemos tenido que aprender sobre la marcha, sobre un hecho tan desgraciado, a complementarnos y trabajar en colaboración estrecha”.
“También es interesante observar –dijo para finalizar–, no sólo desde la enfermería, cómo la sociedad se ha visto obligada a cambiar. Se ha producido como un nuevo paradigma, desde el trabajo a distancia, que se ha incrementado muchísimo, sino cómo hemos tenido que aprender a dejar de lado cosas que nos parecían importantes y que al final no lo eran tanto, si lo comparamos con el interés por cuidarnos y conservar nuestras vidas.”
“Tenemos mucho que aprender todavía”, culminó esperanzada la licenciada Ana Díaz.
Que bueno anita. Ya vacunada. Y dando el ejemplo a tus colegas. Y ademas rebien que sean los primeros en vacunarse ya que estan en la primera linea y muy cerca de pacientes con covid. Salud para vos y toda esa UTI maravillosa que tanto hicieron por mi y me salvaron la vida. Por siempre agradecido.