Llegamos agotados, pero llegamos. Desde sus comienzos, el 2021 nos preparó para todo lo duro que sería y debemos reconocer que hubo momentos en que nos quedamos cortos porque los primeros meses fueron un continuo sube y baja.
Más allá de cuestiones personales y profesionales que podamos atravesar hubo, como durante el año anterior, un común denominador llamado COVID-19. Nuestras vidas giraron en torno a esa palabrita que nunca dejamos de escuchar.
Decíamos antes que fue un tiempo agotador, aunque si leemos algunas notas recientes publicadas en Epidauro escritas por profesionales que pasan largas horas en hospitales y clínicas, comprobamos que las personas arremeten contra la adversidad y resaltan sólo lo bueno.
Y lo bueno fue pelearla, no aflojar, y por el hecho de haber aprendido que solamente se sale adelante cuando nos juntamos por un objetivo. Duplicar el esfuerzo, aprender a comunicarse, y ser solidarios fueron actitudes clave para pasar el temporal.
En nombre de los que hacemos la Revista Epidauro todos los días, queremos agradecer a los miles de lectores de todo el mundo, a los profesionales de la salud que a pesar de las extensas jornadas fuera de sus casas se hicieron un tiempo para escribir sus vivencias y conocimientos. A los que al igual que nosotros, seguirán adelante en pos del reconocimiento y la jerarquización de la increíble tarea que realizan enfermeras y enfermeros. También, agradecemos a los anunciantes, que se fueron sumando en momentos nada fáciles para apoyar esta publicación.
Felices fiestas para todos y por un 2022 mucho mejor.
Foto: Mat Napo by UNSPLASH
