Licenciada Viviana Arancibia
MN 71394
Desde que empecé a trabajar en la Terapia Intensiva de Adultos del Hospital Italiano me llamó la atención el nuevo sistema, que se está trabajando a nivel mundial, de la Terapia Abierta las 24 horas.
Conforme iban pasando los días, fui dándome cuenta de que ese nuevo sistema favorecía a la recuperación del paciente. Tener a un familiar, un amigo, al lado de una cama durante las 24 horas –en donde uno se siente tan vulnerable– es algo fabuloso. A nivel emocional ayuda mucho al paciente abrir los ojos y ver a un ser querido que lo contiene, después de ver todas esas caras desconocidas del equipo de salud, en una habitación desconocida con paredes blancas, conectado a un multiparamétrico que marca valores que uno intenta adivinar qué significan; con sonda nasogástrica, con un respirador, heridas quirúrgicas, una via yugular infundiendo medicación y una sonda vesical conectada a una bolsa colectora.
En una internación lo que se observa es que el paciente pasa por una diversidad de emociones.
Cada paciente se encuentra con una pulsera blanca de identificación con apellido, nombre, fecha de nacimiento y un código QR. Cuando entramos a la habitación le preguntamos el nombre y fecha de nacimiento; si él no se puede comunicar por algún motivo en especial le preguntamos al acompañante y así chequeamos paciente correcto.
Conforme iban pasando los días, fui dándome cuenta de que ese nuevo sistema favorecía a la recuperación del paciente. Tener a un familiar, un amigo, al lado de una cama durante las 24 horas –en donde uno se siente tan vulnerable– es algo fabuloso.
Todos los pacientes de la Unidad de Terapia Intensiva de Adultos también llevan una pulsera a rayas verdes y blancas; eso significa que todos los pacientes tienen riesgo de caída. Utilizamos la escala de Braden para evaluar qué tanto mide el riesgo de caída.
A nivel neurológico utilizamos la Escala de Glasgow.
Utilizamos la escala de RASS para lograr los objetivos indicados a nivel de la sedación.
El Hospital Italiano es pionero en la República Argentina en contar con el Sector de Preparación de Medicación Centralizada, con personal idóneo, licenciados en enfermería. Se trata de un Circuito que comienza con la prescripción médica y finaliza en la administración de la medicación.
Al ingresar a la habitación se saluda al paciente, se lo llama por su nombre, se le pregunta cómo está. Es un gesto de educación, a la vez que tranquiliza saber que hay una persona que nos está cuidando y se ocupa de nosotros.
Si no podemos lograr que el paciente no tenga dolor debemos hacer todo lo que tengamos a mano para reducirlo. En la Terapia Intensiva de Adultos utilizamos dos escalas, la numérica para los pacientes lucidos y la escala de CPOT para evaluar a los pacientes que no se pueden comunicar verbalmente. Sabemos que hay muchas maneras de comunicarnos, no sólo la verbal.
Hablamos del dolor físico porque la herida emocional tarda más en. Solo el tiempo la cura, por eso cuando se transita una intervención más humanizada y menos traumática, es menor la secuela que queda en el cuerpo, en la mente y en el alma.
En el hospital también contamos con dispositivos para prevenir lesiones cutáneas, realizamos una movilización precoz; cuanto más rápido el sujeto de atención salga de la cama más rápidamente podrá irse de alta.
Día a día se educa a la familia para que pueda participar en el bienestar de su ser querido.
También se realiza una recorrida interdisciplinaria en la que se evalúan puntos relevantes de las indicaciones médicas, Fast Hug; en ese momento se efectúan modificaciones, agregados y, lo más importante, interactúan enfermeros y médicos.
El enfermero es la persona que más tiempo está al lado del sujeto de atención. Por ende es el que más datos relevantes puede proporcionar.
En todas las habitaciones se ha agregado un reloj en la pared, para que el paciente se sitúe en tiempo y espacio.
En terapia tenemos una supervisora proactiva, que genera acciones frecuentes para alcanzar sus metas y no espera a que se presenten las condiciones adecuadas, sino que las crea. De esta manera se anticipa a las dificultades y prevé posibles soluciones a los inconvenientes que se presenten.
El enfermero asistencial es el que más se involucra en su estadía; me gustó el término segundas víctima. Al enfermero los pacientes le cuentan sus sueños, sus angustias, sus incertidumbres. Cuántas veces somos profesionales contenedores de emociones, cuántas veces se nos van desde las manos nuestras. Muchas veces, la familia viene con toda la carga emocional, y la primera cara visible es la del enfermero, que también es una persona a quien las emociones le pasan por el cuerpo y la mente. La felicidad del enfermero es cuando el paciente se va de alta, a otro piso o a su casa.
El trabajo en equipo logra que sea enriquecedor, superador, de alta calidad de atención, vale decir que es un trabajo de todos los días para ir superando obstáculos. Estoy más que orgullosa de ser enfermera y de trabajar en el Hospital Italiano.