La crisis de pánico son episodios violentos, repentinos, inesperados, horrorosos, de miedo y temor intenso, de causa inexplicable, que ocasiona muchas veces reacciones físicas graves, cuando no existe ningún peligro real o causa aparente que lo desencadene. Las crisis de pánico pueden provocar mucha inestabilidad emocional. Muchos pacientes lo describen como una sensación de muerte inminente.
Algunas personas tienen sólo uno o dos ataques de pánico en toda su vida, y se soluciona cuando logra resolverse la causa desencadenante. Sin embargo, debemos tener cuidado, ya que cuando esos episodios no se controlan, se convierte en un círculo cerrado, ya que la angustia no nos soltará, a la espera del próximo ataque .
Las crisis de pánico en sí mismas no ponen en riesgo la vida, pero habitualmente echan a perder nuestra calidad de vida y deben ser tratadas. Sus síntomas aparecen de repente y no son esperados. Después de la crisis de pánico, sobreviene fatiga, cansancio e inseguridad.
Las crisis pánico suelen comprender alguno de estos signos o síntomas:
Causas
Se desconocen las causas de estas crisis de pánico o del trastorno de pánico, sin embargo hay factores que pueden influir, como son: el perfil genético, niveles elevados de angustia; un carácter más sensible al estrés y proclive a las emociones negativas
Al comienzo las crisis se desatan espontáneamente, pero con el tiempo se desencadenan a causa de ciertas situaciones puntuales. Se considera una de las formas que tiene nuestro organismo para escapar de situaciones adversas o negativas; sin embargo, cuando estamos en alguna situación que puede comprometer nuestra vida, como un accidente, esto no sucede y se manifiestan otros mecanismos de defensa mas no las crisis de pánico.
La crisis de pánico pueden comenzar al final de la adolescencia o a principios de la adultez y afectan a las mujeres más que a los hombres.
Pueden aumentar el el riesgo de padecer crisis de pánico: los antecedentes familiares de crisis de pánico, causas de angustia importante en la vida, como la muerte o una enfermedad grave de un cercano; un evento traumático, como una agresión sexual o de otro tipo, un accidente grave; cambios importantes en nuestra vida, como la separación conyugal, la pérdida del trabajo, la imposibilidad de cumplir obligaciones; además, pueden contribuir a las crisis el consumo de te, de tabaco o de cafeína en exceso, el maltrato físico o abuso sexual en la niñez, y abuso en el trabajo.
Si la crisis de pánico no se trata, ésta puede afectar casi todas las áreas de la vida. La vida puede transformarse en un calvario.
Las crisis de pánico pueden provocar o estar relacionadas con las siguientes complicaciones:
–Asociadas a alguna fobia, como miedo a la altura o a conducir o de dejar la casa.
-Atención médica frecuente por preocupaciones de salud y otras enfermedades
-Aversión o rechazo de situaciones sociales, problemas en la casa o en el colegio.
-La depresión, trastorno de ansiedad y otros trastornos de la esfera psicoafectiva.
-El riesgo elevado de suicidio o pensamientos suicidas.
-Consumo excesivo de alcohol y drogas.
-Problemas de índole económico.
Para algunas personas, la crisis de pánico puede comprender la agorafobia, que consiste en evitar los lugares o situaciones que provocan ansiedad por miedo a no ser capaz de escapar u obtener ayuda si se sufre un ataque de pánico.
No existe una manera segura de evitar los ataques de pánico. Sin embargo, estas recomendaciones pueden ayudar.
Buscar tratamiento para las crisis de pánico cuanto antes para ayudar a evitar que se vuelvan más violentas o más frecuentes.
Cumplir con el plan de tratamiento que el médico recomiende, para ayudar a evitar las recaídas o el agravamiento de los síntomas.
La actividad física regular funciona, sirve para eliminar sustancias que produce nuestro organismo y que generan o participan en todo el desorden neuroendocrino que produjo la crisis de pánico.
Dr. Pedro Bedoya
Neurocirujano – Neurointensivista – Especialista en enfermedades de la columna vertebral. Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Atacama, Chile