Según un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) esto representa un «potencial peligro de contagio». De los cuatro centros que realizan la práctica, el único que cuenta con ese espacio no puede utilizarlo por falta de equipamiento. Además, se detectó que «no hay control bacteriológico y químico con la periodicidad establecida».
Los datos surgen del informe que hizo la AGCBA entre noviembre de 2016 y septiembre de 2017 en las Unidades de Diálisis del sistema de salud de la Ciudad, en los que evaluaron la gestión para 2015. El trabajo fue aprobado por el Colegio de Auditores en marzo de 2018.
Según AGCBA, “los servicios no cuentan con dotación suficiente de agentes de enfermería y/o técnico para el trabajo”. Además, no existe “un protocolo ni registros homogéneos para la atención de pacientes”.
Los centros de salud analizados son los hospitales Fernández, Durand, Argerich y Santojanni. El único que cuenta con sala de aislamiento de pacientes con hepatitis B es el Argerich, aunque “no se encuentra operativa y es utilizada como depósito”.
Dada la situación se está incumpliendo la resolución N° 1704 de 2007, que aprueba las directrices de organización y funcionamiento de los servicios de diálisis.
Fuente: El Auditor Info
