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sábado, febrero 1, 2025
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La enfermera «inhundible»

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La vida de Violet Constance Jessop merecería ser llevada al cine. Esta mujer y enfermera excepcional de la que poco se sabe nació en la Argentina aunque su nombre no lo sugiera. Hija de inmigrantes irlandeses, Violet vino al mundo en un campo cercano a la ciudad de Bahía Blanca el 2 de octubre de 1887.

De pequeña estuvo al borde de la muerte a causa de una tuberculosis pero pudo curarse para años más tarde protagonizar un espectacular e involuntario récord; el haber sobrevivido a un accidente y dos naufragios a bordo de buques que con el tiempo pasaron a la historia.

¿Cómo llegó Jessop a alistarse en esos navíos? El destino quiso que su padre muriera muy pronto y, por esa razón, su madre emigrara con toda la familia a Inglaterra. Necesitada de dinero y con la misión de ayudar en la economía familiar, consiguió ingresar a la más grande compañía naviera británica.

Violet trabajaba como camarera del enorme transatlántico Olympic cuando éste chocó contra el buque de guerra HMS Hawke frente a las costas inglesas. Ese 20 de septiembre de 1911, el Olympic pudo apenas llegar a un puerto cercano a pesar de tener el casco perforado por la  violenta colisión.

Ella no se achicó; se prometió volver a subir a cubierta no bien el buque fuera reparado, pero mientras esperaba recibió un ofrecimiento que podía mejorar sus ganancias y condiciones de trabajo. Fue así como a los pocos meses se embarcaba en el recordado Titanic.

 

El legendario Titanic, buque al que calificaron como inhundible.

Con solo 24 años de edad y a pocos días de zarpar rumbo a Nueva York conoció el horror y la tragedia. El más famoso aparato flotante de la historia demostró su fragilidad cuando chocó contra un iceberg en abril de 1912 y en poco más de una hora se hundió matando a más de 1.500 personas.

A Violet le ordenaron subir a un bote de salvamento y al hacerlo le entregaron un bebé. Fueron horas de flotar a la deriva con el niño en brazos para evitar que se congelara hasta que otro barco los rescató. Sólo pudieron salvarse 700 pasajeros.

Dos años más tarde estalló la Primera Guerra Mundial y el transatlántico Britannic fue convertido en buque hospital por orden del gobierno británico. Violet Jessop, a esa altura veterana de los mares, se unió a la tripulación como enfermera de la Cruz Roja y partió nuevamente hacia el mar Egeo.

El 21 de noviembre de 1916 navegaban frente a unas islas griegas cuando de pronto se escuchó un estallido. La prensa de la época reportó que el Britannic había sido víctima de los torpedos alemanes aunque muchos dijeron que se trató de una mina.

En 55 minutos, el barco y 30 de sus ocupantes se fueron a pique y Violet la pasó muy mal, al punto que estuvo por ser chupada por las aguas. Fue rescatada milagrosamente por alguien que la vio a tiempo y la tomó de su cabellera.

La guerra terminó y Jessop continuó trabajando en el mar a bordo de diferentes navíos de empresas distintas hasta su retiro definitivo en 1950. Compró una granja en un pueblito inglés y se dedicó a la cría de gallinas y a la jardinería. Pasó a la historia como “Miss inhundible” y vivió como quiso hasta 1971, ya en tierra firme.