El secretario de la Junta Nacional de Drogas (JND), Daniel Radío, afirmó en una nota televisiva que el cannabis no era la puerta de entrada a otras dogas y que, por lo tanto, había que dejar de decirlo. Sus declaraciones hicieron ruido porque de inmediato, diputados del oficialismo de ese país salieron a criticarlo y a pedir reuniones con el superior de Radío.
Entre otras afirmaciones, el funcionario dijo que los consumidores de marihuana que luego terminan consumiendo pasta base eran la “ínfima minoría”, y defendió su argumento y apuntó a quienes se oponen a la regulación del mercado cannábico vigente en el Uruguay.
Paul Ruiz, docente de la Universidad de la República y vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Investigación Biomédica sobre Alcoholismo hizo su aporte a las preguntas de la prensa: “Al ver las críticas hacia Radío lo que pensé fue que aclarar esto no era tan difícil. Alcanzaba con hacer una revisión bibliográfica, algo que es relativamente sencillo de realizar porque tenemos todas las herramientas disponibles para hacerlo gracias al acceso gratuito a bases de datos de publicaciones a través del portal Timbó de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación”
Recurrir al conocimiento científico para enriquecer una discusión sobre determinado tópico es una actitud saludable. Pero para Paul es aún más necesario cuando en la discusión se cometen algunos errores metodológicos. “En varias de las críticas que se le hicieron a Radío se comete el error metodológico de tratar de sacar conclusiones en función de tu universo. Se trata de un error en la ciencia, y del pensar en general, que todos estamos tentados a cometer en algún momento”, señaló.
“Si vos trabajás con adictos y les preguntás si fumaban marihuana, seguro la mayoría fumó marihuana en algún momento. ¿Pero puedo decir que porque alguien que hoy fuma pasta base o toma cocaína, y en algún momento fumó marihuana, fue la marihuana lo que lo llevó a ese consumo actual? No, no lo puedo decir bajo ningún punto de vista”, sostiene Paul. El error común de confundir correlación -dos fenómenos que se dan juntos- con causalidad -que uno es la causa del otro- se ve aún más agravado, si es posible, al hablar de drogas (y también en otros fenómenos con factores socioeconómicos).
“Cuando vos indagás en qué hacían antes de su consumo problemático actual con su droga actual, va a aparecer un montón de factores que usualmente no se consideran al hacer esta relación marihuana-pasta base o lo que fuera”, explica Paul. “Si vos hablás con los pibes, te van a decir que están segregados de la sociedad, que tienen amigos que se vinculan con el consumo de sustancias, que no terminaron el liceo, que tuvieron dificultades familiares o económicas en su infancia, etcétera. Y que además de marihuana, antes deben haber tomado alcohol o deben haber fumado tabaco. ¿Cómo podemos entonces, al final del camino, decir que la marihuana fue la puerta de entrada a la droga que consume problemáticamente en el presente? Eso no se puede decir, porque la marihuana está como factor en una larga lista de otros factores”, desgrana el investigador especializado en consumo de drogas.
Para evitar posibles errores de juicio es que se hacen trabajos científicos con regresiones que intentan medir el peso de cada variable sobre los resultados y entender otros factores que pueden estar incidiendo en dos variables determinadas, en este caso, el consumo previo de marihuana y el posterior consumo de otras drogas más dañinas como la pasta base, la cocaína o la ketamina, en otros países en mayor medida, heroína, opioides y demás.
*Extracto de un artículo publicado en ladiaria.com.uy
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Foto: Dimitri Bong/Unsplash