La insuficiencia cardiaca representa un problema de salud pública a nivel mundial por su prevalencia y mortalidad pero a pesar de los avances en los tratamientos, el número de muertos sigue siendo elevado mientras que las re-hospitalizaciones generan una mayor morbi-mortalidad.
Por tratarse de una patología crónica en la cual debemos evitar re-internaciones o bien disminuirlas, desarrollaremos a continuación las herramientas con las que contamos para mejorar la expectativa de vida de nuestros pacientes.
Para eso, se crearon unidades de insuficiencia cardiaca para proporcionar cuidados integrales, disminuir las internaciones, mejorar el bienestar del paciente y favorecer el desarrollo de actividades cotidianas.
El hospital de día es una unidad asistencial que bajo supervisión médica y cuidados de enfermería permite el seguimiento de los pacientes evitándose así hospitalizaciones innecesarias.
Dichas unidades han tenido un notable desarrollo en los últimos 20 años. Se iniciaron para el cuidado y tratamiento de pacientes oncológicos siendo utilizadas en la actualidad en diversas patologías y especialidades.
Esta modalidad representa un avance en la calidad de atención como así también, una mejoría en la eficiencia y eficacia del sistema de salud.
La transición entre el alta hospitalaria y el seguimiento ambulatorio es un periodo de vulnerabilidad durante el cual se da la mayor tasa de re-hospitalizaciones. Un contacto precoz con el sistema de salud luego del alta evita descompensaciones y genera un soporte a pacientes de riesgo y mayor fragilidad.
El rol de enfermería es un recurso humano invaluable, ayuda a la adherencia, disminuye re admisiones y optimiza recursos de salud. Su importancia se basa en el cuidado, la educación y el desarrollo de herramientas preventivas, lo cual resulta fundamental en el pronóstico de la enfermedad.
Siendo un proceso asistencial multidisciplinario y basado en las recomendaciones de las guías de práctica clínica, los principales roles que la enfermería debe llevar a cabo son:
- Educación: La educación de los pacientes es primordial donde no solo se trata de trasmitir información. Es un rol activo y dinámico y busca la transformación con el fin de provocar cambios desarrollando herramientas de auto cuidado, auto control y pautas de alarma para la atención inmediata al sistema de salud. La educación no tiene como único objetivo al paciente. Es también un trabajo integral en el que familiares y entorno deben participar. Hay que trabajar junto a nutricionistas y médicos para instaurar pautas de cuidado.
- La detección precoz de los signos de descompensación y su abordaje.
- Contención. Aliviar la ansiedad, ayudar a procesar miedos y promover seguridad son parte de la terapéutica.
- Motivar la adherencia al tratamiento como prevención de descompensaciones y hospitalizaciones. Apoyar emocionalmente para afrontar la enfermedad y promover conductas positivas. En este punto, es importante contar con psicólogos y trabajadores sociales a fin de complementar la tarea del enfermero a cargo.
- Un seguimiento telefónico para el ajuste de medicación o citas tempranas. Se ha demostrado que el contacto cotidiano genera una disminución de las re-admisiones así como mejora la adherencia al tratamiento y a las pautas de educación instauradas. Ante dudas o dificultades, el asesoramiento asegura la continuidad asistencial.
Para concluir, es primordial y de suma relevancia el rol de la enfermería en el funcionamiento de unidades de insuficiencia cardiaca. Continúa siendo un trabajo multidisciplinario pero con un actor principal que genera el lazo entre el paciente y el resto de los profesionales tratantes.
Dra. Analía Guazzone / Especialista en Insuficiencia Cardíaca y Trasplante.